Fácil.

Y el corazón se me para cuando los veo besándose.¿Qué hace ella? No conoce ni una parte de la mitad de él. La agarro del brazo.
-Pero, ¿tú qué haces?
-Yo que hago, ¿de que?-.Se suelta con cara de asco.
-Con él, con Jorge.
-¿Salir?-.Me mira como si fuera obvio.
-¿Te gusta?
-No, salgo con él porque me aburro y necesito un pasatiempo.
-Raquel, te estoy hablando en serio, no lo conoces y te gusta.
-Sí, jaja ¿Algún problema?
-Sí, me gusta.
-Lo siento, pero él está conmigo-.Me mira.
-¿Te gusta...o solo es el décimo juguete de tu lista?
-Pero...¿de qué vas?
-¿Se te paraliza el corazón cada vez que lo ves? ¿Tartamudeas como una idiota cuando te dice un simple ''Hola''? ¿Rechazas cada segundo su imagen porque te sientes como una maldita paranoica? ¿Eres avariciosa hasta con cualquier vieja amiga a la que saluda? ¿Te dan ganas de vomitar cuando está molesto contigo? ¿Necesitas extañarle cada minuto? ¿Te produce un dolor físico llevarte la decepción de no ver esa sonrisa que te atolondra? ¿Tus sentidos te dejan sola cuando aparece a distancia? ¿Dices t.e.q.u.i.e.r.o suspirando..? No, claro que no.

Lucía.

Metro sesenta, calculo. Pelo corto y blanco. Ojos azules, resaltados por una tenue raya verde. Ojeras hundidas y mofletes caídos. Un cuerpo lento, envuelto en un estampado floral(algo anticuado para mi gusto). Algo dulce y gracioso. Se llama Lucía. Tendrá entre sesenta o sesenta y cinco años. Va al centro de rehabilitación siempre, a la misma hora que yo. Unas veces llega y sonríe. Me saluda con un ''Hola'' que parece bastante seco pero juraría que llega desde dentro con un tono de profundo esfuerzo. Otras veces, me mira durante más de 3 minutos y suelta un ''Guapa'' entrecortado, me limito a sonreír sin poder evitar la rojez de mis mejillas por alguien al que admiro con gran satisfación. Las sesiones de treinta minutos los martes y los jueves, por fin, son interesantes.