Que razón tiene mi madre cuando me dice que soy una desordenada y una despistada. Cuando llevo prisa, ''Voy a coger el monedero'', entro en mi habitación,algo desordenada, a abrir el cajón donde está mi monedero. Pero, no no está. ''¿Dónde coño está mi monedero?'', son las seis menos cinco y he quedado a las seis en el teatro Romea. ''Lo dejé aquí, dentro del cajón, donde siempre'', pero no, donde siempre no, hace dos días llegué cansadísima a mi casa y lo dejé encima de la mesa de la cocina, y allí durmió el monedero. Al día siguiente, la chica que limpia mi casa, lo dejó encima de una leja de metal con rejillas. Mi madre, rebuscando entre uns papeles lo empujó y cayó detrás de la televisión, sin posible visibilidad.
Me quedé sin monedero.
Hoy, tan campante, voy a subrime en el autobús, pero, ''¿Dónde coño está mi Bonobús?''. Busco ansiosamente esta tarjetita naranja con mi foto estampada. No aparece, Juan, al ver mi desesperación, me paga el viaje con 1 €. Se lo agradezco, pero no sabe lo inútil que me siento ahora mismo. Soy lo peor. Siempre a mi bola, no sé donde dejo las cosas.
Lo peor ha sido la mirada de mi madre, si, ya sé que es tan solo un bonobús, pero...podría haber sido el móvil o mi Ipod Touch. Me trago el orgullo y me juro ser más ordenada de ahora en adelante.
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