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I believe in myself.

29 abril 2010

.¿?

Ella corre, va pisando el agua que se acumula en el suelo de aquel profundo túnel.La siguen, está muy asustada pero lucha por seguir corriendo, no siente ni su corazón ni las piernas, tiene miedo. Su ropa está mojada, encarchada de barro, sus Victoria están hundidas en el agua pero corren. Ella reza por encontrar un punto de luz pero está inmersa en una profundidad negra. La siguen, cada vez más cerca y oye:
-No corras, no podrás escapar-.Esa voz malévola se apodera de su interior, ardiendo poco a poco. Él se está acercando, la atrpará y la matará como mató a sus padres. Quita ese horrible pensamiento de la cabeza pero no puede evitar llorar. No agunta más, las piernas se tambalean hasta que para por completo. Se aturde, nadie la sigue. Se gira, no hay nadie, tan solo oscuridad. El agua le llega por la rodilla y lentamente empieza a subir. No hay ninguna esperanza de escaptaoria, ni una escalera, ni una trampilla...nada. Lo que único que tiene en la cabeza es que está encerrada en una alcantarilla con el mismo hombre que mató a sus padres. Piensa en la realidad, sus padres están muertos y que probablmente ella acabaría muerta. Una lágrima se desliza por su mejilla hasta caer en el agua propulsando una inmensa onda. Se paraliza el agua le llega por los hombros. Sigue andando a pesar de lo que le cuesta a causa del agua. Aguza el oído, y oye que alguien la sigue, el pánico inunda sus ojos. Cada vez más cerca ella sin pensarlo se mete en el agua, rápido ve que algo se acerca a ella, bucea, grita y miles de burbujas salen de su boca, asustada, agita sus piernas hasta que acaba dándose con el pico de un columna. Insconscientemente, lentamente acaba por hundirse y perderse en la profundidad.

28 abril 2010

-Eh eh! Espera, no corras, no quería que te enfadaras conmigo-.Él corría hacia ella, hasta que consiguió agarrarla por el brazo.
-Sueltamé gilipollas! De que vas?-.Los incríbles rizos de Julia caían por su espalda. Sus ojos almendrados atormentaban a aquel chico.
-No quería besarla.
-Pues muy bien, por si no lo sabía me da igual lo que hagas y con quien lo hagas.-.Ella se liberó de su brazo.
-JUlia, escuchame, yo te quiero a ti-.Julia lo miró desconfiadamente, y siguió caminado.
-Oye, hazme un favor, por que no vuelves a la fiesta a liarte con tu querida Cayetana y me dejas en paz?
-Ja ja ja es eso no? Estas celosa...Julia celosa de Cayetana..jajaja-.Ella se giro y empezo a vacilar.
-Yo? Perdón? Cómo? Para que lo sepas, el día que yo tenga celos de Cayetana, tu estaras bueno.
Marcos empezó a reir.

25 abril 2010

fragmento

Él alza la vista al oír el portazo de la puerta.

-Cariño?- Aparece su hija llorando, con el miedo ardiendo en sus ojos. Ella lo mira desolada, asustada.

-Papá.-Él deja su periódico encima de la mesa, se quita las gafas y se levanta. Ella ni se inmuta, sigue allí llorando y encerrando ese miedo que le provoca estar así.

-Julia, ¿qué te pasa, por qué lloras?-Ella no responde, su padre la mira desesperado, se acerca y la estrecha sobre su pecho.

-Papá, se la han llevado, me ha dejado, se ha ido...No pude hacer nada, de verdad que no, fue todo tan rápido..y entonces..

-Shh cariño, tranquila, que pasa?, explícamelo-Jorge veía como el pánico inundaba los ojos de su hija.

-Papá, mamá se ha ido me ha dejado, tengo miedo papá, por favor, por favor-. Jorge no lo entendía, pero seguía luchando para comprender el estado de su hija.

-Julia, haber hija mía, tranquilízate.

-¡No puedo tranqulizarme! No me toques, aléjate de mi, no lo entiendes-. Julia lo apartó de un empujón, empezó a temblar, y cayó al suelo. Jorge sobresaltado la intentó coger pero falló, agachado, la cogió en sus barzos y le acarició la frente.

-Julia, por favor, mamá está comprando en el supermercado, escúchame cariño-. Julia no entendía lo que pasaba, veía todo borroso y no paraba de recordar como metían a su madre en aquella furgoneta negra.

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21 abril 2010

PROCESIÓN DEL SILENCIO



1 de Abril, Jueves Santo, he quedado con mi familia para ver por primera vez la Procesión del Silencio. La plaza del Belluga está abarrotada de gente. Estoy sentada en una especie de grada y el frío azota mis piernas. Sólo tengo dos sentidos funcionando en mi cuerpo, mis oídos que perciben el sonido cada vez más cercano de los tristes tambores y mis ojos que están envueltos en una oscuridad profunda. A lo lejos se ven diminutos puntos de luz titileando al compás de los tambores. Los nazarenos desfilan balanceándose por mi frente. De pronto los nazarenos se detienen delante mía. Un conjunto de voces celestiales empiezan a cantar cuando por fin, se ve a Jesús a lo lejos. El nazareno que hay delante mía lleva un candil. La llama se agita, el viento la perfora, la aturde pero la llama persiste. Ellos siguen desfilando y Cristo se va acercando. Los flashes empiezan a deslumbrarme. Miro a la Catedral y por un momento entre la oscuridad, Cristo se refleja en ella. Esa imagen se congela durante un segundo en la plaza. Una lágrima culpable se desliza por mi mejilla mientras la plaza del Belluga llora. Cristo para en frente mía, me levanto y lo miro. Los surcos de su cara están hundidos y destrozados. Su cuerpo está maltratado por su dura cruz que no lo deja respirar. Rezo, se oye una campana y el paso se balancea hasta acabar desapareciendo en la oscuridad. De repente, las luces de la plaza se desperezan hasta encenderse.
-No, no pienso hacerlo.
-Cariño, es una ciudad preciosa.
-Me da igual, aqui tengo todo, mis amigos, mis cosas.¡Todo!
-¿Por qué no te lo piensas?
-Porque no hay nada en que pensar. Me pienso quedar aqui, te guste o no. ¿Comprendes?
-Ya veremos, piénsalo, ¿Vale?
Y Carmen abandona la habitación. Julia se queda tendida en la cama, pensando cómo podría ser su vida sin sus amigos. Piensa en conocer gente nueva, aunque rápidamente se arrepiente de la idea. Se levanta de su cama y le da al play.Se escucha