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Leo el folleto y miro sus imágenes. Velázquez, Picasso, Van Gogh y Dalí han dejado sus cuadros en esta sala. Me apoyo sobre el respaldo del banco y siseo. Una chica se detiene en frente de un cuadro. Lleva puesto un vestido rojo adornado por un cinturón negro. Es alta, a pesar de sus tacones negros y es delgada. Su pelo castaño está recogido en una trenza de espiga y la luce con clase. Se gira de repente y le sonrío. Ojos marrones y labios carnosos sorprendidos. Es preciosa.
-Hola-.Le sonrío. No contesta, me mira perpleja, pestañea y se pasea misteriosamente hojeando el folleto. Observa el cuadro de ''Las Meninas'' de Velázquez, me acerco y me apoyo en la pared del cuadro. Levanta la vista del folleto y se sobresalta al verme tan cerca. Se separa y sigue mirando el cuadro. Empiezo a reírme y cierra el folleto de golpe.
-¿Tienes algún problema?-.Sus ojos grandes me acusan.
-Sí.
-Y...¿cuál es?-se cruza de brazos.
-Tú.
-¿Disculpa?
-Me despistas, no puedo concentrarme en los cuadros.
-Ni siquiera me conoces y te despisto, ¿no? Que raro suena.
-Eres más preciosa que los cuadros, y yo tengo como una especie de detector a lo precioso.
-Ahh, pues si quieres vuelves mañana y te concentras todo lo que tu quieras.
-¿Me das tu nombre?
-¿Qué pasa, tu no tienes uno?
-No, por eso te lo pido.- Pone los ojos en blanco.
-No seas pesado.
-Me llamo Pablo, y ¿tú?
-Graziella-Le cojo la mano y la beso.
-Encantado de conocerte-.Sonríe.
-Es mi favorito-observa ''Las Meninas''-¿Y el tuyo?
-Aún no lo sé.
-¿Cómo no lo sabes?
-Tengo que pensarlo-se echa a reír-Ahora te lo estas pasando bien.
-Me he reído de ti, no es un buen comienzo.
-Me encanta que seas tan borde.
-¿Y esas confianzas?
-¿Qué confianzas?-me acerco a ella y me mira con esa mirada inocente.
-Esas-toma una bocanada de aire y me aparta con la mano, soy rápido y consigo atraparla.
-Graziella, eres demasiado seria, suéltate un poco-la rabia se enciende en sus ojos.-Seguro que no has tonteado en tu vida.
-¿Pero qué dices?-me suelta la mano-Ahh, ya entiendo, piensas que no sé tontear, pero lo que ocurre es que no quiero tontear contigo. Eres un niñato-Da la vuelta desafiándome y se me escapa una risilla.
-¿Ves a ése chico?.-Graziella se gira y asiente-Lígatelo.
-De acuerdo-Se pone detrás de la oreja uno de los pelos rebeldes de su trenza. Se acerca al chico de camisa Ralph-Lauren y le sonríe. Empiezan a hablar y él no le quita los ojos de encima, ella sonríe todo el rato y poco a poco se acercan más y más. Me acerco.
-Hola-Los dos me miran.
-Hola-él se separa.
-Soy Pablo, su novio-La cojo por la cintura y Graziella se tensa.
-Encantado-Me estrecha la mano con cara de asco-Bueno, adiós, un placer. Se va y empiezo a reírme.
-Eres un idiota, está buenísimo, déjame, a ver si se cree que es mentira.-La sujeto y la estampo contra la pared. Sus labios están a tres centímetros de los míos.
-Yo estoy mejor que ése.-Me acerco a su oído-¿No?
-No-titubea. Me acerco a sus labios y la beso. Nuestros labios se deslizan en un movimiento ligero y al compás. Me acerco más a ella y le acaricio la cara. Se separa y mira hacia abajo.-Me voy.
-Llámame-le doy un beso en la mejilla, me giro y dejo a una preciosa chica de rojo envuelta en una de las maravillas de Van Gogh.