Datos personales

I believe in myself.

07 septiembre 2010

Clavos.


Cojeo hasta lo que puedo llamar, mi centro de rehabilitación. Me siento en una silla y espero a mi turno. Cuento, hay siete fisioterapeutas y como quince pacientes. Suspiro, me queda un rato.

Contemplo como los fisioterapeutas hacen milagros con cada paciente. Uno de ellos, hace círculos en el tobillo de un chico. Otro, masajea el hombro de una señora. Y otra, flexiona suavemente la rodilla de un señor.

Subo la pierna a un taburete que me ofrece Carla, una de las fisios. Me coloca una lámpara de calor y noto como mi tobillo empieza a coger temperatura. Tras pasar 10 minutos, me señala una de las camillas.

Voy a la pata coja y me tumbo en la camilla señalada. Carla coge un poco de crema de un bote y empieza a masajear mi tobillo. Recorre con sus dedos mis cicatrices y me estremezco. Duele un poco, pero decido guardarme mi cara entumecida. Ella hace su trabajo y yo prefiero aguantarme sin dar señales. Para de masajear y empieza a rotar suavemente un poco mi tobillo. Luego, me exige que haga un poco de fuerza. Obedezco y poco a poco, mi tobillo empieza a movilizarse algo más.

Terminamos y me sonrié. Le doy las gracias y me despido de ella, y de la gente del gimnasio. Cojeo hasta la salida, mañana será otro día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario