ALGO SALADO.

Un surtido de estrellas se esparce por el oscuro cielo. La Luna, imponente, se refleja en la calmada superficie del mar. El sonido de las olas choca contra la blanquecina arena. Pablo espera, apoyado en el mástil de la red de voleyball. Natalia baja las escaleras algo nerviosa, se quita las sandalias y nota la arena rozando sus pies. Respira la brisa salada y se queda en frente de él. Pablo sonríe y la coge de la mano. Empiezan a andar, sin decirse nada, pero diciéndose todo con los ojos. Natalia, feliz, se suelta la mano y deja que una ola la alcance para notar como sus pies se hunden en la arena mojada. Pablo, se sienta en la arena seca y la observa. Natalia se acerca más y el agua le toca las rodillas. Se gira, Pablo está sentado, mirándola. Riéndose, sale del agua y se sienta a su lado. Pablo la rodea con el brazo y le acarica uno de los mechones rebeldes que se han salido de la trenza. Ella se apoya en él y mira el cielo. La brisa arrastra el olor de la colonia de Pablo, mezclado con el suavizante de su ropa, Natalia respira ese olor tan familiar.
-¿No dices nada?-.Natalia lo mira.
-¿Tengo que decir algo?-.Pablo le responde.
-Pues...si, ¿no?.
-¿Hola?-.Pablo sonríe.
-Hola...-.Natalia, decepcionada, cierra los ojos.
-¿Qué quieres que te diga?
-No sé...lo que tu quieras, llevas diez minutos sin decirme nada.
-No tengo porque decir nada, me basta con mirarte-.Natalia sonríe.
-Pero a mi no, quiero que me digas algo, que me hables.
-Te he visto esta tarde, no hay nada nuevo de que hablar.
-Algo habrá, pero tranquilo, si no quieres decirme nada, no pasa nada.-Pablo empieza a reírse.-¿De qué te ríes?
-De ti.
-¿Por qué?-.Natalia, enfadada se separa.
-Hace dos minutos la noche era perfecta, te estaba mirando como jugabas, y me ha encanta estar contigo aquí, y tenías que preguntar.
-¿Tan difícil es decirme algo? Jolín.
-No, no lo es.
-¿Entonces?
-Te quiero-.Pablo se acerca a ella.
-Tus te quieros aquí, cuando estamos discutiendo, no pegan nada.
-Pero te encantan estos te quieros-.Pablo se acerca más.
-Lo que tú digas, pero no vuelvas a decirme algo así cuando estamos dis.........-.Pablo la calla con un beso. Le acaricia la cara y Natalia hunde las manos en el pelo rubio de su chico. Cuanto se quieren. Pablo se separa.
-¿Mejor?
-Bueno...no sé..
Pablo, ágilmente se quita las zapatillas y la coge en brazos, corriendo hacia el agua.
-Te vas a enterar.
-¡Pablo! ¡No! ¡No! ¡Suéltame!
-Vas a darte un chapuzón-.Pablo va a dejarla caer en medio del agua, pero la estrecha más sobre él.
-Por favor, no me tires-.Pablo la suelta.
-No pensaba tirarte.
-Ya...claro-.Natalia le salpica un poco de agua y sale corriendo. Pablo se mira su camiseta mojada y corre trás ella. Cuando la alcanza, le salpica con el pie.-¡Para!-.Natalia chilla y se ríe.
-Me has calado, ¡te vas a enterar!
-No, por favor-.Natalia intenta esquivar las gotas de agua y prueba otra táctica. Se abalanza contra él y le pone los brazos alrededor de su cuello.-¿Paz?.-Pablo asiente y la coge por la cintura. La abraza y huele su perfume.
-Te quiero-.Natalia oye ese susurro en su oído.
-Y yo.
-Y mucho.
Natalia feliz, lo abraza y mira a lo lejos, en la arena hay escrito ''GYP.Te quiero gorda'' Sus sonrisas se pierden con la brisa y se inundan en la emoción.